Recientemente, el primer proyecto de centro de datos submarino comercial del mundo impulsado por energía eólica marina se lanzó oficialmente frente a la costa de Shanghai. Como una nueva solución de potencia informática para la era de la IA, este proyecto innovador proporciona una nueva ruta de referencia para el desarrollo futuro de potencia informática verde y baja en carbono, y también marca una nueva fase de desarrollo "submarino" para la infraestructura informática inteligente global.
Ubicado en las aguas cerca de Lingang en la Zona de Libre Comercio Piloto de Shanghai, el proyecto planea construir un clúster de computación inteligente de mar profundo de 24 megavatios que integre unidades de datos modulares, un sistema de refrigeración de agua de mar, un sistema de energía renovable y capacidades de transmisión de datos transfronterizas, optimización de inferencia de IA y soporte de computación de borde. La primera fase del proyecto, con una capacidad de 2,3 megavatios, ha sido designada como proyecto nacional de demostración de innovación verde y baja en carbono y se espera que comience oficialmente a operar este otoño.
En comparación con los centros de datos terrestres tradicionales, este centro de computación inteligente submarino logra una optimización energética significativa: su eficiencia de uso de energía (PUE) se mantiene por debajo de 1,15, el consumo de energía de refrigeración se reduce en más del 70%, y aprovecha el entorno marino para permitir el despliegue de alta densidad, reduciendo el uso de la tierra. Esto proporciona una alternativa al problema de la "escasez de tierras de computación inteligente" en el desarrollo urbano.
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Actualmente, con la creciente prevalencia del despliegue de ingeniería de modelos de lenguaje a gran escala, la frecuencia de llamadas de servicios de inferencia de IA continúa aumentando, desde el diagnóstico médico y la interacción de voz hasta el pronóstico industrial. A diferencia de los cálculos periódicos durante la fase de entrenamiento, las tareas de inferencia priorizan la respuesta en tiempo real, la estabilidad y las capacidades de procesamiento concurrentes, colocando nuevas demandas en la lógica de diseño de la infraestructura informática. El enfoque tradicional de "apilamiento de clústeres de GPU" intensivo en energía y costoso se enfrenta a cuellos de botella de sostenibilidad. La aparición de centros informáticos inteligentes submarinos ofrece un nuevo camino para operaciones estables, de alta densidad y de baja energía en la era de la "inferencia primero". Especialmente en medio del creciente consenso global sobre la transformación verde, la integración de la energía limpia (como la energía eólica) con plataformas de alta computación se ha convertido en una estrategia clave para los países líderes y las empresas tecnológicas.
Vale la pena señalar que el lanzamiento del Centro de Computación Inteligente Subacuático de Shanghai no es un caso aislado, sino más bien una actualización integral después de un proyecto piloto de centro de datos submarino en el sur de China. Ya a finales de 2022, este proyecto piloto había logrado el despliegue regular en aguas profundas y la operación de datos, demostrando una excelente estabilidad del equipo y apoyando tareas de inferencia de IA equivalentes a 30.000 terminales de gama alta simultáneamente, estableciendo un paradigma líder mundial de operación de centros de datos en aguas profundas. El proyecto de Shanghai se basa en esta base mediante la integración adicional de un sistema de suministro de energía eólica con un diseño de refrigeración inteligente de mayor densidad, y se considera un ejemplo representativo de "Computación Inteligente Subacuática 2.0".
Con el lanzamiento de China del "Plan de Acción para el Desarrollo de Alta Calidad de la Infraestructura de Computación (2023-2025)", que apunta explícitamente a alcanzar 300 EFLOPS de potencia de computación en todo el país para 2025 y alienta la exploración de la colaboración regional, el despliegue verde y la programación inteligente, proyectos innovadores como los centros de datos submarinos se están convirtiendo en una adición estratégica al ecosistema de computación de IA. Ya sea para la inferencia continua de grandes modelos de IA o para escenarios intensivos en computación como 5G, el Internet Industrial de las Cosas y la fabricación inteligente, los futuros centros de computación inteligentes deben encontrar la solución óptima a través de las tres dimensiones de rendimiento, eficiencia energética y sostenibilidad. El despliegue submarino en sinergia con la energía eólica puede ser uno de los caminos clave para esta solución.
El panorama informático global está experimentando una nueva remodelación. Los grandes modelos de IA están haciendo de la inferencia el campo de batalla primario de la potencia de la computación, y en el contexto del cambio climático, la computación inteligente verde es una tendencia futura inevitable. De tierra a fondo marino, y de combustibles fósiles a fuentes de energía renovables como la energía eólica, la energía de mareas y la energía solar, la transformación de la infraestructura de computación inteligente ya no es simplemente una "actualización" sino una "reconstrucción".
China, con su implementación pionera de centros de datos submarinos, está dando un paso adelante significativo en esta revolución informática global.